Los productores yerbateros, especialmente del norte de Misiones, siguen reclamando por el precio de la hoja verde (yerba). En San Pedro cortan rutas provinciales y también y algunas veces la ruta ruta nacional 14 y también en otras zonas, además de bloquear el acceso a secaderos, en reclamo de un precio justo para la yerba. Los medianos y pequeños productores denuncian que desde que el dnu 70/23 del gobierno nacional permitió la desregulación de la producción, la extranjerización de la tierra y la desjerarquización del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) vienen haciendo estragos. El Inym regulaba de alguna manera el sector, con un precio sugerido que fundamentalmente protegía a los medianos y pequeños productores, y además fijaba un cupo máximo de hectáreas a plantar, para evitar la sobre producción. El gobierno misionero impulsó el Imym (Instituto Misionero de la Yerba Mate) pero sus recomendaciones no son tenidas en cuenta por los molinos (secaderos), que tienen yerba acopiada y eso les permite fijar el precio que quieren pagar por la hoja verde. Los productores que protestan reclaman un precio $457 el kg. Este precio habría sido elaborado sumando todos los gastos en combustible, mano de obra y demás insumos que sumaría $457 por kg. Mientras, los secaderos están pagando entre $190 y $210 el kg. El decreto 70/23 no solo elimina el Inym y sus regulaciones sino que permite que la yerba pueda ser envasada en lugares distintos de su origen. Esto ha permitido que las grandes empresas que antes solo producían yerba compuesta (con hierbas) ingresen ahora a la comercialización de yerba tradicional. Y como denuncian los manifestantes, tienen mucho más espalda para aguantar la crisis. Además de los productores de yerba, sean medianos o pequeños, los que más sufren porque se reduce o se frena la cosecha son las familias tareferas, que trabajan a destajo, largas jornadas por salarios bajísimos Sin los brazos de las y los tareferos no hay Zafra, sea está en una pequeña o mediana plantación. Cuando es la época de la interzafra (meses de diciembre, enero y febrero) cobran un subsidio de $123.000. Esto lo perciben solo los trabajadores registrados, cerca de 8.000, que son menos de la mitad de los tareferos y tareferas de Misiones. Además, el gobierno provincial entrega a las familias tareferas una tarjeta alimentaria, en forma arbitraria y discontinua, de $15.000. Cuando los productores resuelven no levantar la cosecha de yerba, porque no les justifica los gastos, quienes más sufren esta situación son las familias tareferas, que ni siquiera pueden ser superexplotadas en largas jornadas. Hoy, muchos grupos de tareferos y tareferas, producto de la desocupación, están yendo a Brasil para distintas tareas rurales en forma temporaria y no registrada, en condiciones de superexplotación. Mientras los trabajadores rurales y los medianos y pequeños productores enfrentan esta situación crítica, las y los diputados misioneros, sean oficialistas o de la oposición, alzan la mano a favor de las leyes de Milei o se abstienen según su conveniencia, mostrando el seguidismo, no solo de los legisladores del Pro y radicalismo, sino de la Renovación y su engendro de Innovación Federal. La única voz que se escuchó en el Congreso planteando la situación de productores y trabajadores de la yerba mate fue la de la diputada Vanina Biasi del Partido Obrero en el Frente de Izquierda. El gobierno misionerista del Frente Renovador de la Concordia, aunque en las últimas elecciones pegó su boleta a la del candidato presidencial Sergio Massa del FdT, rápidamente, a través de sus senadores y diputados, aprobó o se abstuvo, según conveniencia, apoyando el veto de Milei contra el 82% para la jubilación o el financiamiento universitario. Y además se ha dado el trabajo de poner a sus operadores en las agrupaciones de LLA misionera. Nosotros nos ubicamos incondicionalmente desde el campo de los tareferos. Desde ese lugar señalamos que la única solución de fondo vendrá con el monopolio estatal de la comercialización de la yerba bajo control obrero. Pero hoy apoyamos la nulidad del DNU 70/23 y en particular las cláusulas que afectan la actividad. No a la extranjerización de la tierra. No a las mega empresa en la producción yerbatera. Salario y subsidio interzafras igual a la canasta familiar para las y los trabajadores tareferos, basta de trabajo no registrado.